Cuando el rock nos espeja.
En 1999 nuestra Argentina se caía a pedazos de dolor y desesperanza; se venía el estallido, que se produjo en diciembre de 2001: la ruina comió los cimientos de familias siempre a cubierto de los avatares económicos, no sólo de los golpeados habituales, y entonces tronó el escarmiento. Ahora es diciembre de 2017, y nuestra Argentina se cae a pedazos de dolor y desesperanza. Una represión que vomita su desprecio a la cara de nuestra democracia, el terror en las calles y la muerte de pobres (al cuerpo siempre lo ponen los pobres, y ahora también los viejos), enlodan de rojo, otra vez, nuestras Fiestas. El aire que se respira, sobre todo en Baires, es agrio. El futuro, hace unos días, llegó. Oscuro, arrogante, vestido de gendarme.
Al lado del camino es una canción que Fito Páez publicó en su álbum Abre, de 1999. Si nos permitimos el ejercicio iconoclasta de “retocar” su letra, si la radicalizamos sin neutralizar el nervio poético que le da el ser (y de paso le pincelo un toque personal), quizá espejemos nuestro ahora:
AL LADO DEL CAMINO
Me gusta estar a un lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vérmelas con la resaca
Entonces navegar se hace preciso
En barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido
Creo que ésta, sí, es la parte más pesada.
En tiempos donde nadie escucha a nadie
En tiempos donde todos contra todos
En tiempos egoístas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos solos
Habrá que declararse incompetente
En todas las materias de mercado
Habrá que declararse un inocente
O habrá que ser abyecto y desalmado
Yo ya no pertenezco a ningún ismo
Me considero vivo y enterrado
Yo puse las canciones en tu walkman
El tiempo a mi me puso en otro lado
Tendré que hacer lo que es y no debido
Tendré que hacer el bien y hacer el daño
No olvides que el perdón es lo divino
Y errar a veces suele ser humano.
No es bueno nunca hacerse de enemigos
Que no estén a la altura del conflicto
Que piensan que hacen una guerra
Y se hacen pis encima como chicos
Que rondan por siniestros ministerios
Haciendo la parodia del artista
Que todo lo que brilla en este mundo
Tan sólo les da caspa y les da envidia
Yo era un pibe triste y encantado
De Beatles, caña Legui y maravillas
Los libros, las canciones y los pianos
El cine, las traiciones, los enigmas
Mi padre, la cerveza, las pastillas, los misterios, el whisky malo
Los óleos, el amor, los escenarios
El hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías
Me hicieron este hombre enreverado.
Si alguna vez me cruzas por la calle
Regálame tu beso y no te aflijas
Si ves que estoy pensando en otra cosa
No es nada malo, es que pasó una brisa
La brisa de la muerte enamorada
Que ronda como un ángel asesino
Mas no te asustes siempre se me pasa
Es solo la intuición de mi destino.
Me gusta estar a un lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta regresarme del olvido
Para acordarme en sueños de mi casa
Del chico que jugaba a la pelota
Del 49585
Nadie nos prometió un jardín de rosas
Hablamos del peligro de estar vivo
No vine a divertir a tu familia
Mientras el mundo se cae a pedazos
Me gusta estar al lado del camino
Me gusta sentirte a mi lado
Me gusta estar al lado del camino
Dormirte cada noche entre mis brazos
Al lado del camino
Al lado del camino
Al lado del camino
Es más entretenido y más barato
Al lado del camino.
Al lado del camino.
Fito Páez, Argentina, 1999
ADENTRO DEL CAMINO
Me gusta estar adentro del camino
Fumando hirvientes ideas entre todo lo que pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vérmelas con lo real
Entonces navegar se hace preciso
En barcos que se estrellen en el blanco
Vivir atormentado de sentido
Creo que ésta, sí, es la parte más humana.
En tiempos donde el poder no escucha a nadie
En tiempos donde el poder aplasta al pueblo
En tiempos egoístas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos rotos
Habrá que declararse incompetente
En todas las materias de mercado
No habrá que declararse un inocente
Ni habrá que ser abyecto y desalmado
Yo sí que pertenezco a algún ismo
Me considero vivo y artesano
Yo puse unos poemas en tu cuore
El tiempo a mí me ha ido poniendo de tu lado
Tendré que hacer lo que es y no debido
Tendré que hacer el bien y hacer el daño
No olvides que luchar es lo sublime
Contra el gato, que ya ni intenta ser humano.
No es bueno nunca subestimar a enemigos
Que se muestran a la altura de la grieta
Que dicen que prestan un servicio
Y hacen pis encima de tus chicos
Y hacen odio encima de tus viejos
Que rondan, siniestros, por ministerios
Haciendo la parodia del político
Que todo lo que brilla en este mundo
Tan sólo les da caspa y represión
Yo siempre seré un pibe triste y encantado
De Spinetta, un buen tinto y maravillas
Los libros, las canciones y los goles
El cine, los desprecios, los enigmas
Mi padre, la cerveza, el guiso de mi vieja, los misterios, el whisky bueno
Mis dibujos, el amor, las populares
El hambre de ser yo, el frío, el crimen de los buenos, la tiranía del dinero y mis 2 tías
Me hicieron este hombre enreverado.
Si alguna vez me cruzas por la calle
Regálame tu beso y no te aflijas
Si ves que estoy pensando en otra cosa
No es nada malo, es que pasó una brisa
La brisa de la muerte enamorada
Que ronda como un ángel asesino
Mas no te asustes, siempre se me pasa
Es solo la intuición de mi destino.
Me gusta estar adentro del camino
Fumando hirvientes ideas entre todo lo que pasa
Me gusta regresarme del olvido
Para acordarme en sueños de mi casa
Del chico que jugaba con la pelota
De Lavalle 665
Nadie nos prometió un jardín de rosas
Hablamos del peligro de estar vivo
No vine a divertir a tu familia
Mientras Argentina se cae a pedazos
Me gusta estar adentro del camino
Me gusta sentirte a mi lado
Me gusta estar adentro del camino
Dormirte cada noche entre mis brazos
Adentro del camino
Adentro del camino
Adentro del camino
Es más comprometido y más sincero
Adentro del camino.
Chino Castro, Argentina, diciembre 2017